Contra el Hostigamiento Sexual y el Acoso Sexual
#Yonohostigo Yonoacoso Por una Vida Libre de Violencia
El Ayuntamiento de Veracruz hace un llamamiento a prevenir y eliminar la violencia sexual contra las mujeres, por tanto inicia un proceso participativo para realizar aportaciones al proyecto denominado "Protocolo para prevenir, sancionar y erradicar el hostigamiento y el acoso sexual en el municipio de Veracruz". A través de esta proyecto, se quieren fijar los principios y mecanismos de funcionamiento de la organización municipal para garantizar la integridad de las mujeres y el actuar de las y los servidores públicos municipales en todas las políticas, medidas y servicios municipales.
La violencia de género es considerada como uno de los problemas sociales, económicos, institucionales, políticos y de salud pública que merece mayor atención en nuestro país, puesto que sus efectos generan retraso en el desarrollo social y humano de las personas, principalmente las mujeres.
A nivel mundial las brechas de desigualdad han existido en todo momento y que dependen de aspectos sociales, culturales, económicos, políticos, entre otros y que a su vez se han traducido en motivos que generan y perpetúan la violencia.
En el caso específico que se pretende abordar con este trabajo, las desigualdades entre mujeres y hombres han sido rigurosamente sistematizadas, basadas principalmente en la construcción social de roles y estereotipos que son reglas no escritas con las cuales indebidamente nos hemos regido, generando ideas supremas de verdad absoluta y universales que al querer cambiar se traducen en violencia.
En efecto, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía más de 60 de cada 100 mujeres en México, mayores de 15 años han sido víctimas de algún tipo de violencia. Por ello, desde hace más de 10 años el gobierno mexicano a instancia de las organizaciones internacionales ha implementado políticas públicas y acciones específicas para alcanzar dos objetivos fundamentales: la igualdad entre hombres y mujeres y garantizar una vida libre de violencia.
La tarea no ha sido fácil y los resultados aunque parezcan lentos, son la base de una sociedad más justa y equitativa, sin embargo aún queda mucho por hacer: visibilizar la violencia sigue siendo un factor determinante para prevenirla y atenderla.
Para poder atender los casos de violencia la ley ha clasificado los tipos de violencia en física, psicológica, sexual, patrimonial, económica y obstétrica; las cuales se pueden presentar en las modalidades de violencia de género, en el ámbito familiar, laboral, escolar, en la comunidad, institucional y política. Es fundamental garantizar a las personas a una vida libre de violencia, en especial a las mujeres quienes se considera integran un grupo representativo con mayor estado de vulnerabilidad, resulta fundamental en el actuar de las instituciones públicas y erradicar prácticas que vulneran los derechos humanos, la dignidad de las personas, así como su libertad sexual, permiten el pleno desarrollo de las personas en su ámbito público y privado.
En el caso que nos ocupa, es fundamental atender aquella que se presenta dentro de las instituciones públicas y que se derivan de relaciones laborales como lo son el hostigamiento sexual y el acoso sexual, que son considerados como violencia sexual.
La violencia sexual se encuentra descrita en la Ley como un “acto que degrada o daña el cuerpo y/o la sexualidad de la víctima, que atenta contra su libertad, dignidad e integridad, como una expresión de abuso de poder que implica la supremacía sobre la mujer, al denigrarla o concebirla como objeto; se considera como tal, la discriminación... o imposición vocacional, la regulación de la fecundidad o la inseminación artificial no consentidas, la prostitución forzada, la pornografía infantil, la trata de niñas y mujeres, la esclavitud sexual, el acceso carnal violento, las expresiones lascivas, el hostigamiento sexual, la violación, los tocamientos libidinosos sin consentimiento o la degradación de las mujeres en los medios de comunicación como objeto sexual”.
Aunque se tiene la idea de que el hostigamiento sexual y el acoso sexual son la misma cosa, su factor de distinción es la relación de subordinación o jerarquía que pueda existir entre las personas. En el primero de los casos el superior se aprovecha de su estatus de poder o autoridad, mientras que en el acoso sexual existe una relación jerárquica de igualdad; por tanto, conocer las diferencias y sus consecuencias es necesario para brindar una buena atención.
La violencia ocasionada por el hostigamiento sexual y el acoso sexual agreden no sólo las esferas física y mental de las víctimas directas, sino en general la dignidad humana, por lo tanto su prevención, atención, erradicación y sanción son fundamentales y obligatorias en el actuar institucional.